CANARIAS, LA FRONTERA COLONIAL DE LA EUROPA DEL CAPITAL
De la sal a la tierra. Sin vida y sin nombre.
481 personas desaparecidas en apenas dos semanas en la Ruta Canaria en la primera quincena de junio. Quince personas enterradas, sin nombre, en el pequeño cementerio de Agüimes en la isla de Gran Canaria. La política europea de la muerte se despliega con toda su monstruosa eficacia en un aparente silencio. Otros cuerpos, Otros y Otras desaparecidas en el mar y en la tierra.
Son imágenes y dinámicas que se repiten en muchos lugares a lo largo de nuestra pequeña historia. A nuestras mentes vuelven imágenes de otras fronteras: el cementerio de personas desconocidas de Rotoli en Palermo, el de Zarzis en Túnez, los calcificados por el sol en la costa siciliana, el pequeño cementerio de montaña en la frontera italo-francesa, la Caravana de Madres Centroamericanas y familias que buscan a sus seres queridos…
En las Islas Canarias este año estarán representadas muchas fronteras, de sur a este, de los cuatro puntos cardinales, desde Lampedusa a Trieste y los Balcanes, desde las fronteras franco-italiana y franco-española a la Frontera Sur del Estado español, Ceuta y Melilla, desde las fronteras del Mediterráneo y Atlántico a la frontera mesoamericana.
Las nefastas políticas de la Unión Europea generan muerte en todas partes. Es fundamental responder a esta lógica sacando a la luz lo que a esas políticas europeas les gustaría mantener oculto. Detrás de estos proyectos de muerte hay planes para la defensa violenta de las fronteras europeas y de los beneficios de las élites. El mensaje es claro: nunca llegarás aquí, morirás, desaparecerás, y -en el mejor de los casos, serás devuelta a tu lugar de partida o te encontrarás detenida en condiciones inhumanas en uno de los muchos campamentos en los límites de la fortaleza. Si pasáis, os encontraréis esclavizadas, sin derechos en las ciudades, en los campos, en los lugares de trabajo.
Una Europa cada vez más blindada ha incrementado las dotaciones económicas para la militarización y externalización de fronteras con un discurso que criminaliza a las personas migrantes y a quienes las defienden. Esta externalización no consiste sólo en fronteras físicas sino que conforma una compleja trama que implica desde corporaciones de cuerpos y fuerzas de seguridad como FRONTEX, hasta empresas como INDRA, ACS, TELEFÓNICA, EL CORTE INGLÉS, SACYR, AIR NOSTRUM y EVELOP en la logística y tecnología; e incluso, organismos y fundaciones del tercer sector para la contención social y el levantamiento de fronteras psicológicas de desesperación e impotencia a partir de una atención precaria, sin recursos y condicionada a un sistema jurídico abiertamente racista.
El nuevo Pacto europeo de Migración y Asilo pretende que las Canarias sean cárceles a cielo abierto mientras el gobierno español defiende la misma política antimigratoria que planifica y desarrolla la UE. Tiene potestad para trasladar a las personas dentro de su territorio y evitar que sigan varadas en campamentos provisionales pero decide no hacerlo, o hacerlo arbitrariamente, para alentar el imaginario de avalancha. De esta manera se mantiene el círculo vicioso formado por grandes empresas que se benefician de militarizar las fronteras y la clase política encargada de legitimar esa necesidad de seguridad, que no es tanto la de todas las personas como la de los intereses de las élites gobernantes y empresariales.
Denunciamos la política neocolonialista de incentivos y amenazas que la Unión Europea lleva a cabo en el Sahel, especialmente en Niger, condicionando fondos de ayuda al desarrollo a la aprobación de leyes o de medidas de detención de las personas migrantes. Niger se ha convertido así en la frontera más al sur de Europa y una de las mejor pagadas. Denunciamos la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos y el abandono del pueblo saharui por parte de los gobiernos europeos, y especialmente del gobierno español, responsable principal de un proceso de descolonización interrumpido desde hace 45 años, que, además es causa de conflictos con Marruecos y nuevas vulneraciones de derechos humanos en las fronteras, como el reciente ocurrido en Ceuta.
Denunciamos el saqueo de los recursos africanos por parte de empresas europeas con la complicidad de los gobiernos, y de manera específica los Acuerdos neocoloniales de pesca impuestos por la Unión Europea a 13 gobiernos africanos, lo que ha supuesto concretamente en Senegal, la destrucción de cientos de miles de empleos en los últimos años y el éxodo de miles de jóvenes hacia Europa vía Canarias. Los acuerdos conllevan también un alto coste ecológico: el 90% de los recursos pesqueros de Senegal están agotados según la FAO.
Denunciamos la intervención de tropas de gobiernos europeos en el Sahel, especialmente de Francia en la guerra que asola Malí desde hace siete años, lo que ha provocado la huida de miles de jóvenes malienses a Europa por la ruta atlántica de Canarias y por la del Mediterráneo Central. A la par denunciamos la producción y el tráfico de armas en la Unión Europea por la relación tan directa que tiene este tráfico con los conflictos que provocan el continuo desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas y por la responsabilidad de los gobiernos de la UE y de las empresas europeas en ese comercio criminal.
Denunciamos un modelo migratorio inserto en un modelo más amplio que está en guerra con la vida, un modelo capitalista que prima la acumulación de riqueza y recursos en pocas manos a costa de desposeer y explotar a las mayorías, un sistema patriarcal que destroza la vida de las mujeres y las personas con disidencias de identidades y orientaciones, un sistema colonial y racista, ecocida y homicida. Denunciamos el uso de las fronteras como herramienta para mantener este sistema.
Desde un racismo global e institucional se apuntala la idea de desecho humano, se deja morir a las personas no funcionales al modelo o se zonifica/encarcela a pueblos y personas que escapan de la muerte o se rebelan y deciden saltarse las fronteras. Es la práctica que Mbembe denomina “zonificación”. Ceuta, Melilla y Canarias son un ejemplo de ello. Otro es el gobierno danés, que tras haber ideado el apartheid social y urbano para aislar a las personas migrantes en barrios específicos, acaba de aprobar una legislación cruel que da una vuelta de tuerca a la retórica de la exclusión: contener a demandantes de protección internacional, incluso refugiados ya reconocidos, en campos de concentración fuera de la Unión Europea, comprando a gobiernos autoritarios y complacientes para esa sucia labor. Esta decisión favorecerá evidentemente a las compañías privadas multinacionales, disfrazadas a menudo de ONG, reforzando la tendencia a la subcontratación mercantil del control de los humanos “excedentes”.
Frente a todo ello queremos generar alternativas que combinen la acción humanitaria vinculada a la acción de reivindicación política. Creemos posible y necesario implementar acciones de apoyo y de cuidado muy prácticas y -al mismo tiempo- profundamente políticas y capaces de construir nuevos imaginarios.
También queremos resaltar el carácter de empoderamiento y resistencia que, frente a este sistema, tiene la acción de todas esas personas que con su acción migratoria se enfrenta y desobedece las leyes y mandatos de ese Orden mundial establecido.
Para entender las migraciones hay que partir de una mirada decolonial, que ayude a comprender que la colonialidad y el racismo son problemas estructurales que atraviesan todos los ámbitos. La blanquitud ha permeado lo simbólico, la cultura, el lenguaje y ha generado privilegios para el mundo blanco. Las personas racializadas pueden ser inferiorizadas, subalternizadas, porque la blanquitud ha definido todo lo “no blanco” como inferior. Hace falta revisar urgentemente los postulados salvacionistas imperantes. También en el feminismo se hace necesaria esa revisión urgente de esos postulados; indudablemente, el sistema heteropatriarcal representa una de las opresiones que viven las mujeres migradas y racializadas; sin embargo no es el sistema de mayor exclusión e invisibilización: el racismo, la colonialidad y el clasismo son también sistemas de dominación que interseccionan la vida de las mujeres.
En la Caravana europea e internacional a Canarias 2021, Caravana Abriendo Fronteras, Carovane Migranti, Rete Antirazzista de Caania, Linea d’Ombra, Tous Migrants, La Terre Pour Tous, Movimiento Migrante Mesoamericano y Movimiento Zapatista compartimos experiencias, objetivos, denuncias y exigencias.
En concreto, a los gobiernos de la Unión Europea, y especialmente al español e italiano les exigimos:
- Ante la crisis social que viven las islas canarias, reclamamos responsabilidades a todas las administraciones públicas: municipales, insulares, autonómicas, estatal y Europea. No pueden seguir manteniendo la violación de los derechos y las condiciones indignas en los centros de acogida, ni dar el visto bueno a la gestión violenta de los conflictos.
- Unas relaciones internacionales de cooperación que pongan fin a las políticas de saqueo y expolio de recursos en África por parte de las empresas multinacionales y los gobiernos del Norte enriquecido.
- El abandono de una vez y para siempre esas políticas de blindaje y bloqueo fronterizo. La solución no es la deportación, ni la larga espera para ello en condiciones inhumanas. Reconocer y respetar el derecho a migrar, como estrategia de resistencia y reparación ante las políticas extractivistas, imperialistas y colonialistas.
- La creación de puntos de información para familiares de las personas migrantes, que tienen que hacer un peregrinaje desgarrador por las instituciones para alcanzar una mínima información, en el mejor de los casos, sobre la vida o la muerte de sus seres queridos.
- Vías legales y seguras, para que nadie más pierda su vida por ejercer el derecho a migrar y para evitar la explotación, los abusos, la violencia, la trata y el tráfico de personas.
- Autorizar a los barcos de salvamento marítimo para que puedan realizar libremente su labor de rescate para salvar vidas y que salvamento público humanitario sea competencia de la UE y se le dote de recursos suficientes.
- Un protocolo de atención a sucesos de víctimas múltiples, que no se aplica en caso de naufragios y produce crueldad y tortura.
- La disolución de FRONTEX y el fin de la subcontratación del control de las fronteras. Es preciso detener el exorbitante gasto militar hacia esta agencia europea de fronteras, cuya misión es interrumpir el proceso migratorio y deportar. Y mientras exista, que se cree un Observatorio sobre las violaciones de los derechos humanos que realiza Frontex.
- El cese de la producción y el tráfico de armas de la Unión Europea. Y mientras tanto, el cumplimiento de la normativa internacional sobre la venta de éstas, dando fin a la exportación a países que están bombardeando población civil en conflictos armados y que no respetan los derechos humanos.
- Suspender los acuerdos de deportación con terceros países como Marruecos, Senegal, Mauritania, Gambia, Afganistan, Libia o Turquía. Ninguna persona debe ser enviada a un país en el que puede sufrir tortura, persecución o amenazas a su vida. La externalización de fronteras beneficia a gobiernos corruptos que no garantizan los derechos humanos y a las mafias que actúan con su connivencia.
- La retirada del nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo.
- La regularización urgente y permanente para todas aquellas personas que se encuentran en situación administrativa irregular. También exigimos que se garanticen las reagrupaciones familiares.
- La derogación de la Ley y el Reglamento de Extranjería.
- El cierre de los CIE y el desarrollo de las alternativas a la expulsión coercitiva, siempre con una especial atención a la situación de arraigo de las personas migradas en nuestro país.
- La ratificación del Art. 189 de la OIT que garantiza protección específica a las trabajadoras domésticas.
- Acabar con la violenta cadena de deportaciones en caliente contrarias al derecho internacional.
- La eliminación de las redadas racistas y xenófobas y el cese del hostigamiento a las personas migrantes y refugiadas.
- El fin de la criminalización de las personas y organizaciones solidarias con las personas migrantes.
- El respeto a las disposiciones del derecho internacional, en particular la Convención de Ginebra relativa a las personas refugiadas, y las normas que protegen a las personas migrantes.
- Garantías específicas para personas en situación de especial vulnerabilidad establecidas en la Directiva Europea de procedimientos comunes para la concesión de la protección internacional: mujeres que han sufrido violencia sexual, víctimas de trata, menores, personas con diversidad funcional, personas LGBTIQ+, etc.
- El derecho a la protección de niñas y niños contra todo tipo de violencia y explotación, el cumplimiento de la Convención de la ONU de 1989 en relación a sus derechos.
- Transparencia y la publicación de datos de las pérdidas reales de vidas en las rutas migratorias y que estos datos estén desagregados por género, procedencia y destino.
- La apertura de causas judiciales -y que se personen los estados y la propia Unión Europea- por cada muerte en las rutas migratorias y en los espacios de no-derecho que son los CIES, los CETI y los CATE.
- Políticas de acogida dignas y efectivas y la implementación de protocolos con perspectiva de género en dichas acogidas.
- La derogación del Reglamento de Dublín y de la Directiva Europea de Retorno, conocida como la directiva de la Vergüenza.
- El cumplimiento de las recomendaciones del Tribunal Permanente de los Pueblos en sus sesiones sobre la violación de los derechos de las personas migrantes y refugiadas de Barcelona, Palermo, Paris y Londres (2017-2019), las propuestas de la relatora de la ONU en su informe sobre desapariciones forzadas en la ruta migratoria y las de varias organizaciones no gubernamentales, como las de Amnistía Internacional (informe de diciembre de 2017) sobre la violación de derechos en Libia.
- El fin del infierno al que las autoridades libias han arrojado a las personas migrantes y refugiadas.
- La aprobación del Tratado Vinculante sobre el control de las Empresas Transnacionales y otras empresas en materia de respeto de los Derechos Humanos negociado en el marco del Consejo de Naciones Unidas en Ginebra.
- La ratificación de la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los y las trabajadoras migratorias y de sus familiares.
- Garantías a la justicia y el refugio climático, controlar y sancionar la actividad de las empresas contaminantes y seguir el Acuerdo de París firmado en 2016 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el calentamiento global.
No podemos mirar hacia otro lado en la mayor crisis humanitaria de la historia en la que la inevitabilidad de los desplazamientos forzados están destrozando la vida de miles de personas.
La sociedad organizada canaria está dando una extraordinaria lección de solidaridad y sentido común, llenando el vacío provocado por la desorganización institucional planificada. No queremos que nuestros mares y nuestra tierra se conviertan en lugar de sufrimiento, abandono de personas en situación de extrema necesidad, muerte y vulneración sistemática de los Derechos Humanos. Rechazamos todo aquello que alimenta los sentimientos de odio, racismo y xenofobia, pese a que quienes nos representan políticamente parece que estén empeñados en todo lo contrario. Por eso nos encontramos en Canarias, en memoria de quienes han perdido la vida, para reivindicar su memoria, justicia, reparación y no repetición. Queremos la vida, la acogida digna y los derechos para todas las personas.
¡Os animamos a acompañar a esta Caravana europea e internacional en Canarias y a sumaros a la propuesta de acciones y actos en nuestra ruta en las islas de Gran Canaria y Tenerife!
«Dejamos a esa Europa que no deja de hablar de la humanidad, al mismo tiempo que la asesina dondequiera que la encuentra, en todas las esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo» (Frantz Fanon)