Después de 9 días compartiendo experiencias y vivencias con diferentes colectivos y personas e Italia, conociendo mejor las situaciones de vulneración de derechos humanos en Ventimiglia, Palermo y Catania y el ejemplo de acogida en Riace, volvemos a nuestros territorios con fuerza, energía y propuestas para seguir defendiendo y garantizando los Derechos Humanos de todas las personas. ¡Ninguna persona es ilegal!
Vemos las luchas compartidas entre las personas que trabajan en los campos de Huelva, Lleida o Campo Bello; las reclamaciones de las personas migrantes y en búsqueda de refugio del CARA de Mineo, los CETI de la frontera sur y los CIEs del territorio español; la lucha de las personas que llegan a las ciudades europeas buscando una segunda oportunidad y optando por formas de supervivencia en la calle por falta de opciones de ocupación y de vida, y siendo ellas y las personas solidarias que las apoyan criminalizadas y perseguidas. Observamos también como se permite que el territorio europeo se utilice de base militar de planificación y distribución de recursos para la guerra. La base de la OTAN en Niscemi, el puerto de Bilbao, el polígono de tiro de las Bardenas, Navarra o la base de Rota son un ejemplo.
1-A partir de estos conocimientos reclamamos una red de ciudades refugio europea no sólo con el simbolismo sino con acciones efectivas y reales.
Siguiendo el ejemplo que empezó Riace, queremos que más ciudades abran sus puertas a las personas migrantes y en búsqueda de refugio pero también que se promuevan políticas de ocupación y fomento de la economía local, para que estas personas puedan vivir de forma digna y autónoma.
Apelamos al Ayuntamiento de Barcelona a utilizar el próximo encuentro que tendrá en Riace el 4 de agosto para aprender de su experiencia y cooperar para establecer políticas de acogida reales, efectivas y de forma urgente.
2-Reclamamos que las personas que llegan al territorio europeo tengan una situación administrativa regular que les permita trabajar, tener acceso a los recursos básicos del Estado del Bienestar y tener libertad de movimiento como cualquier otro ciudadano europeo. Exigimos la derogación de la Ley de Extranjería y del Convenio de Dublín.
3-Queremos que las políticas migratorias y de acogida tengan en cuenta las especificidades de mujeres, hombres y personas LGTBI, menores acompañados y no acompañados con espacios seguros, atención psicosocial y sanitaria adaptada a las necesidades de cada persona y que se incluya la perspectiva de género en la atención legal y el proceso de regularización.
Esta perspectiva debe aplicarse en los païses de origen y sobretot en tránsito y en destino. Lo vimos en Ventimiglia, en el Centro de Atención a Solicitantes de Asilo (CARA) de Mineo y sucede cada día en Melilla o en las ciudades españolas.
4-Denunciamos el uso de los presupuestos públicos para la militarización de las fronteras, del control migratorio y para la compraventa de armas y material de guerra. Pedimos el cierre de las bases militares como la de Niscemi, Sigonella, Rota y el cese de las actividades militares en los puertos del Estado español.
No queremos una política basada en el control y el cierre de fronteras, sino la apertura de los puertos y el establecimiento, el uso y la promoción de vías legales y seguras.
Apelamos a nuestra responsabilidad como sociedad civil y a la de nuestros gobiernos para dejar de colaborar con el negocio de la guerra y de explotación de personas y de recursos de países terceros.
Volem acollir, Open the borders, nessuna persona e illegale, Ongi etorri errufuxiatuak.
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