Dos personas voluntarias detenidas por la policía en la frontera alpina entre Italia y Francia.

Comunicado de solidaridad e iniciativa ante la Corte el 4 de diciembre

El 19 de noviembre, en Montgenèvre, dos personas voluntarias fueron detenidas durante una operación de asistencia de la unidad móvil de rescate (UMMA), organizada por Médecins Du Monde y Tous Migrants, mientras asistían a una familia de dos menores de 10 y 14 años, una mujer embarazada de unos ocho meses y su marido.

Las personas voluntarias fueron puestas bajo custodia durante 24 horas, durante las cuales la familia fue rechazada por segunda vez a Italia, y fueron puestas en libertad con una citación ante el tribunal de Gap el 4 de diciembre.

Serán juzgadas por haber «facilitado la entrada, circulación o estancia de extranjeros ilegales en condiciones de irregularidad haciéndoles cruzar la frontera.

Desafortunadamente, esta situación en la frontera franco-italiana ya no es sorprendente, donde, en los últimos cinco años, la «caza» de personas negras (o racializadas) y las devoluciones ilegales son la vida cotidiana. Ha habido incidentes de violencia policial y persecuciones mortales.

Estas realidades están lejos de ser anecdóticas, cada día contamos cinco personas refugiadas que murieron «accidentalmente» en el camino a Briançonnais. 

Varios cientos de personas más se encuentran en una situación en la que tienen que recurrir a los servicios de primeros auxilios: muchas de ellas de hecho sufren lesiones o traumas, en ocasiones irreversibles, directamente relacionados con el cruce de la frontera. 

El lunes 16 de noviembre, el prefecto anunció en rueda de prensa un aumento de la plantilla de la Policía de Fronteras (PAF) de Montgenèvre y de la gendarmería móvil, así como la llegada de soldados con puestos de vigilancia, para luchar contra el terrorismo, según dicen. Desde entonces hemos podido observar el despliegue de un arsenal tecnológico (drones y gafas de visión nocturna). 

El 19 de noviembre de 2020, este sistema permitió el rechazo de dos familias, incluida una mujer embarazada y varios menores, así como el arresto y puesta en custodia de dos voluntarios.

Esta situación se da en un contexto represivo más global. 

En Francia, en Roya y en la frontera con el estado español, en Calais, en París, la situación es similar, la persecución a menudo pone en riesgo la vida de las personas que se han visto obligadas a huir de sus países. 

En Europa, la frontera entre Bosnia y Croacia ha sido un verdadero infierno desde hace años para cualquiera que no tenga los documentos adecuados para intentar cruzar la frontera. La humillación y tortura por parte de la policía es cotidiana para las personas que transitan por estas calles, como lo demuestran sus testimonios. 

El Mediterráneo, en cambio, sigue siendo un cementerio donde ya no se cuentan los naufragios.

Imágenes recientes de violencia policial contra personas refugiadas en París atestiguan la intimidación diaria de personas indocumentadas en todo el territorio francés.

 

Es en este contexto de violencia policial que el gobierno francés se prepara para aprobar la ley de seguridad global, reforzando nuestros temores sobre la suerte de las y los refugiados y todos aquellos que se oponen a estas políticas inhumanas.

Nos solidarizamos con la concentración frente a la corte de Gap el 4 de diciembre de 2020 a las  08:30, contra estas políticas letales e invisibles, y en apoyo a las personas voluntarias acusadas.

También recomendamos al ministro del Interior, Gerard Darmanin, que inicie un diálogo con las asociaciones involucradas para evitar que ocurran otras tragedias.

Cita el 4 de diciembre de 2020 a las 8:30 horas frente al juzgado GAP, Francia.

Nuestras montañas no serán un cementerio.

Solidaridad con las y los migrantes y para las personas sin papeles.