Una vez más la Caravana Abriendo Fronteras trasciende las fronteras del estado español para poner el foco, junto con Carovane Migranti, en una de las rutas migratorias más violenta e invisibilizada: la ruta de los Balcanes. Queremos visibilizar lo que ocurre en la “puerta trasera” de la UE en un contexto de claro retroceso para el reconocimiento del derecho de asilo y de los derechos de las personas migrantes.

La reciente aprobación del Pacto Europeo de Migración y Asilo (PEMA), bajo el auspicio de la presidencia española en el Consejo Europeo, marca la consolidación de las necropolíticas de fronteras. Se suma a ello el auge de la ultraderecha con la consecuente proliferación de discursos de corte xenófobo, racista, machista y colonial; y la creciente militarización de esta Europa sumida en el negocio de las guerras.

La deriva de una Europa cada vez más deshumanizada hace más necesaria la continuidad de esta experiencia de denuncia colectiva. La respuesta de los gobiernos europeos y mundiales a la libertad de los pueblos en movimiento es una geografía del terror. Cuando se discute sobre el término adecuado para definir la masacre de Gaza  – genocidio o actos de guerra -, tendríamos que plantearnos que no hay término más apropiado que el de «migranticidio» para definir la matanza en las fronteras de Occidente.

Lo identificamos claramente en la Caravana del año pasado en la parada en Melilla en memoria de la masacre de migrantes del 24 de junio de 2022, y luego en el naufragio en Cutro en Italia y en la matanza en Ciudad Juárez en México. Y después, en el mes de junio la muerte de más de seiscientas personas frente a las costas de Pylos en Grecia con la complicidad de la Guardia Costera griega.

La historia europea y mundial está llena de muertes anunciadas: el 3 de octubre de 2013 en Lampedusa, el 6 de febrero de 2014 en la playa de El Tarajal en Ceuta. No se cuentan las personas muertas y desaparecidas a lo largo de las rutas en los desiertos, en las selvas tropicales, en los mares y en el terrible «juego» que quienes migran emprenden al final de la ruta de los Balcanes.

Esta larga lista de masacres nos enseña que la respuesta desde abajo debe darse en un horizonte más amplio, compartiendo luchas, prácticas y testimonios desde las rutas. Entrelazando las voces de las Madres, de familiares que desde Túnez a Argel, desde Marruecos o desde el Lejano Oriente, llaman a las Américas y al resto del mundo. Debemos ocupar los espacios que las instituciones dejan deliberadamente vacíos, construyendo luchas y propuestas que obliguen a estas últimas a procedimientos ciertos, dignos y transparentes; sobre la identificación, el apoyo psicológico a los familiares, su presencia en las diferentes fases del proceso judicial, en los entierros y en la repatriación de los cuerpos.

Es inasumible mantenernos impasibles ante este retroceso de los Derechos Humanos. ¿Hacia dónde vamos como humanidad? ¿Acaso no tenemos memoria de nuestro pasado reciente? El genocidio que está llevando a cabo el gobierno sionista de Israel contra el pueblo Palestino o la invasión rusa y la guerra en Ucrania nos traen a la memoria la Europa que en 1991 se desangraba por la limpieza étnica contra el pueblo bosnio.

Los desplazamientos forzosos de la población que huía de aquellas guerras son los mismos que los de ahora, pero hay un agravante sustancial: salvo excepciones como la que se ha dado al pueblo ucraniano, la Unión Europea se ha dotado de un laberinto de pactos y leyes migratorias para levantar muros (y vallas) cada vez más altos y para minimizar la posibilidad de rutas seguras para quienes huyen. La consecuencia más sangrante es el aumento del número de personas muertas o desaparecidas.

La externalización de fronteras es otra práctica que venimos denunciando y que se fortalece con la firma de nuevos acuerdos con países de origen o de tránsito migratorio: ingentes sumas de dinero a cambio de que esos países sirvan de “dique de contención”.

Y por si aun así lograran llegar, con el PEMA esta Unión Europea cada vez más de derechas y menos humana, ha creado los denominados “espacios jurídicos de no entrada”, es decir que, aunque una persona migrante haya entrado físicamente al territorio de un país europeo, se considerará la “no entrada” hasta que el Estado miembro en cuestión no lo autorice. Incluso se permitirá la detención durante largos períodos de familias y niñas y niños a partir de los 6 años de edad. 15 Estados miembros piden la implantar el modelo británico de deportaciones a Ruanda…Dispositivos de dudosa legalidad que no dudarán en aplicar si nos quedamos calladas.

Si no somos capaces de aprender de la historia, si somos testigos de un genocidio televisado y asistimos a la muerte de la Europa de los derechos humanos, al menos nos queda la lucha y el grito de “no en nuestro nombre”. Los valores de Europa se hunden aún más en el fondo del mismo mar donde pierden la vida miles de personas buscando refugio.

El sistema capitalista responsabiliza a las personas sobrevivientes de sus crisis macroeconómicas, geopolíticas y ambientales, hablan de «solidaridad» e «integración», pero esconden tras esos conceptos vacíos la segregación y la criminalización de la población trabajadora migrante, muchas veces esclavizada, fundamentalmente en el sector del campo y de los cuidados.

 

A pesar de todo ello, las familias migrantes siguen sosteniendo con sus cuerpos nuestra economía de cuidados, que además está feminizada y se realiza en situación administrativa irregular, mientras se eterniza el debate de si es o no necesario regularizarlas. ¡Sí! ¡Es importante y necesario regularizar administrativamente a las personas que viven y trabajan en la Unión Europea! En concreto a los gobiernos de la Unión Europea, y especialmente a los gobiernos español e italiano les exigimos:

  • La no aplicación del PEMA (Pacto Europeo de Migración y Asilo).
  • Un compromiso firme para poner fin al genocidio en Gaza, a los conflictos armados y las guerras en Ucrania, Sudán, República Democrática del Congo, Yemen y Siria y a la agresión militar turca contra Rojava.
  • El cese de los controles fronterizos terrestres en las fronteras internas europeas practicados por perfil étnico.
  • Que la aplicación de la Directiva 2001/55 que otorga protección temporal generalizada a personas ucranianas que salen del país se active para personas que huyen de otros conflictos.
  • Reconocer y respetar el derecho a migrar como estrategia de resistencia y reparación ante políticas extractivistas, patriarcales y coloniales.
  • Vías legales y seguras para que nadie pierda su vida por migrar y evitar la explotación, los abusos, la violencia, la trata y el tráfico de personas.
  • El cese del racismo, la violencia, el abuso de autoridad y las devoluciones en caliente por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad en la ruta de los Balcanes y en el resto de Europa.
  • Dejar de instrumentalizar a las personas en tránsito como herramienta de presión política.
  • El respeto a los derechos humanos y la soberanía política y económica del Sahara Occidental.
  • La regularización extraordinaria de las personas en situación administrativa irregular y la garantía de las reagrupaciones familiares.
  • La derogación de la Ley y el Reglamento de Extranjería.
  • El cierre de los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE en España y CPR en Italia) y otras estructuras de detención y contención.
  • Suspender los acuerdos de deportación con terceros países.
  • Autorizar a los barcos de salvamento marítimo a realizar libremente su labor de rescate a puertos seguros. Derogar el último decreto del gobierno italiano y un protocolo de atención a sucesos de víctimas múltiples en casos de naufragio.
  • Incluir aspectos jurídicos que respeten los derechos de las personas fallecidas y desaparecidas devolviéndole la dignidad a sus familias.
  • El fin de la criminalización de personas migrantes, activistas y organizaciones solidarias defensoras de derechos.
  • Transparencia de datos de pérdidas de vidas en las rutas migratorias desagregados por género, procedencia y destino.
  • La apertura de causas judiciales -y personación de los estados y la UE- por cada muerte en rutas migratorias y en los espacios de no-derecho para personas extranjeras.
  • La disolución de FRONTEX y el fin de la subcontratación del control de las fronteras. Y mientras exista Frontex, que se cree un centro de control de sus violaciones de derechos humanos.
  • El cese de la producción y el tráfico de armas de la Unión Europea. Y mientras tanto, el cumplimiento de la normativa internacional sobre su venta, evitando la exportación a países que están bombardeando población civil en conflictos armados y que no respetan los derechos humanos.
  • La disolución de la OTAN y el fin de sus planes expansionistas.
  • Nuevas relaciones internacionales de cooperación que pongan fin a políticas de expolio de recursos en África y en países del Sur global por parte de las empresas multinacionales.
  • Asegurar el acceso al derecho de asilo a todas las personas, independientemente del país de origen y catalogación de países seguros. El respeto a las disposiciones del derecho internacional, como es la Convención de Ginebra relativa a las personas refugiadas.
  • Garantías específicas para personas en situación de especial vulnerabilidad de la Directiva Europea de procedimientos comunes para la protección internacional: mujeres víctimas de violencia sexual, de trata, menores, personas LGBTIQ+, etc.
  • El derecho a la protección de la niñez contra todo tipo de violencia y explotación.
  • Políticas de acogida dignas y efectivas y la implementación de protocolos con perspectiva de género e interseccionalidad.
  • La derogación del Reglamento de Dublín y de la Directiva de la Vergüenza.
  • La aprobación del Tratado Vinculante sobre control de las Empresas Transnacionales en materia de respeto de los DDHH negociado por el Consejo de la ONU en Ginebra.
  • La ratificación de la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los  y todas  las trabajadoras migrantes y sus familiares.
  • Garantías a la justicia y el refugio climático y cumplimiento del Acuerdo de París de 2016.
  • No queremos una regularización a la carta, queremos papeles para todas las personas y derechos por igual, trabajo en condiciones y salarios dignos.

 

No queremos mirar hacia otro lado, no vamos a cesar en la lucha por los derechos de las personas migrantes y refugiadas. No vamos a dejar de denunciar las guerras, los genocidios, los migranticidios y el consecuente asesinato de miles de personas, y el desplazamiento forzado de poblaciones enteras.

Por eso recorremos este verano las fronteras de esta Europa insolidaria que vende armas y militariza sus fronteras, decimos No a la deriva neofascista, reivindicamos memoria democrática y justicia, la acogida digna y los derechos para todas las personas, el derecho a migrar, el derecho a vivir  y el derecho a la paz.

Animaros a acompañarnos en esta Caravana Internacional a Balcanes y a sumaros  a compartir el recorrido y las acciones que realizaremos con el resto de organizaciones internacionales y locales durante nuestra ruta por Trieste, Padua y Bihac.

 

#Noennuestronombre #Nopasaran #StopPEMA #DerechoaMigrar #NingunSerHumanoEsIlegal