Después de 5 años y una pandemia no resuelta, Caravana Abriendo Fronteras resiste y pone rumbo al archipiélago canario
Junto con Carovane Migranti viajaremos para visibilizar y denunciar las violaciones de derechos fundamentales de las personas en tránsito, acompañar y tejer redes de solidaridad con las personas y colectivos que se encuentran en las islas canarias y seguir reclamando el derecho a la movilidad humana. Porque todos los derechos son para todas las personas o son privilegios.
Nos convierten en frontera, en lugar de separación, de división, de defensa de derechos de las élites, de sus privilegios a costa de desposeer a la mayoría de la población de nuestros derechos, libertades y de poder satisfacer nuestras necesidades básicas. Es muy fácil convertir Canarias o Lesbos o Lampedusa en cárceles a cielo abierto. Canarias ya ha sido lugar de exilio o cárcel en otros momentos de la historia y ahora es el colectivo migrante el chivo expiatorio.
Nos venden la frontera espectáculo como una frontera que nos envía un mensaje a la población interior, el de la sumisión y el miedo; y otro mensaje a quienes llegan de otros territorios, el de la represión y la muerte.
Las circunstancias políticas, sociales y económicas de los últimos años han agravado algunas de las condiciones que empujan a las personas a decidir migrar. El impacto de la pandemia está siendo grave en los países de África Occidental y del Sahel Occidental, de donde proceden las personas migrantes que llegan a Canarias y donde la economía informal tiene un gran peso. A esto hay que sumarle el empobrecimiento asociado a los procesos de globalización, el extractivismo que despoja a estas comunidades de sus recursos y formas de vida; y los conflictos armados en algunas de estas regiones, donde los gobiernos europeos tienen una responsabilidad histórica y, en muchos casos, un papel activo en la actualidad. No existe efecto llamada, sino que se fomenta el efecto expulsión.
El cierre de las fronteras ha reactivado el tránsito de rutas más peligrosas, como la ruta canaria, que junto a las políticas migratorias asesinas impulsadas por la UE, tiene como consecuencia que al menos 1851 personas hayan perdido la vida el año pasado y más de 2.000 estén desaparecidas.
Canarias, uno de los territorios más empobrecidos del estado español, con una situación social insostenible a causa de la crisis económica que ha acompañado a la pandemia con el parón del monocultivo turístico, se ha convertido en frontera colonial de la Europa del capital.
A la fuerte militarización de las islas como plataforma para el neocolonialismo extractivista, se suma este nuevo papel de guardia fronteriza contra el sentir de su población que, como viene evidenciando, mayoritariamente se muestra solidaria con las personas migrantes, organizando numerosas redes de apoyo en defensa de sus derechos y para paliar las consecuencias del racismo institucional.
Durante el último año las condiciones de detención, hacinamiento y bloqueo en las islas han sido dramáticas.
El contexto de emergencia sanitaria derivada de la COVID-19 y las políticas migratorias amparadas en un nuevo Pacto Europeo han servido de excusa para legitimar la vulneración de derechos humanos, el racismo institucional y la violencia policial. Se ha violado el derecho a la libre circulación encerrando a las personas en islas-cárcel, creando un relato de avalancha que alimenta el racismo y abre la puerta a la extrema derecha. Un relato intencionado porque los intereses de las élites son los que regulan de facto el derecho a la movilidad humana. Es por ello, que a medida que se acerca la temporada turística, los flujos migratorios se transforman y la frontera se hace más permeable expulsando a migrantes para acoger turistas.
Viajamos para organizarnos, para acuerparnos, para escuchar y aprender desde una perspectiva feminista y decolonial.
Del 17 de julio que nos encontremos en Gran Canaria hasta el día 24 que nos despidamos en Tenerife, llevaremos a cabo acciones de denuncia y reivindicación y también tendremos espacios de encuentro para conocer y debatir sobre experiencias, luchas y acciones de las colectivas locales de acompañamiento y apoyo a las personas migrantes y otras resistencias en fronteras.
Denunciaremos las políticas migratorias asesinas y el nuevo Pacto Europeo sobre Migraciones y Asilo que sigue poniendo el foco en el retorno, las deportaciones, la externalización de fronteras y la firma de acuerdos de readmisión por terceros países como herramientas básicas del control fronterizo, por delante de los derechos humanos y la acogida digna. Denunciaremos los dispositivos de privación o semi-privación de libertad, los espacios de contención como campamentos, CIEs o CATE; la militarización y la presencia de FRONTEX en Canarias. Seguiremos fortaleciendo redes y alianzas, reivindicando el derecho a la salud y a disponer de vacunas para todas las personas en todos los lugares, reclamando el derecho a solicitar asilo, a la libertad de movimiento y la regularización para todas las personas en situación administrativa irregular que se encuentran en el territorio español.
Este verano, en el contexto de la Gira Zapatista por Europa, estaremos presentes en la ruta canaria y, una edición más, nos situaremos en una perspectiva global e histórica; como una Caravana Europea que tiene presente que las causas que obligan a las personas a desplazarse se repiten; que la frontera-muro es una, aunque cambie de nombre, y que no nos olvidamos de lo que ocurre o ha ocurrido en tiempos presentes o pasados en otros lugares de Europa, Mesoamérica, África y Asia; en el Mediterráneo, en el Estrecho, en Balcanes o en Rio Bravo.
Anímate a compartir este trayecto vital para decir NO a la Europa Fortaleza
Seguiremos avanzando el programa
Con la imagen de las mariposas amarillas sobrevolando la alambrada recogemos el testigo de una campaña europea actual contra la Europa Fortaleza. Nos recuerda el objetivo de tejer red y conectarnos con experiencias de resistencia de otros espacios fronterizos y la importancia de recuperar la memoria histórica. Os compartimos el discurso pronunciado por Liliana Segre, niña de 13 años en Auschwitz, ahora senadora italiana con 91 años:
“Cualquiera que vaya a Praga, o ya haya estado allí, y visite, o ya haya visitado, el museo infantil de la Terezyn Lager sabe, o sabrá, que en ese campo se obligó a los niños a realizar obras de teatro y tenían lápices de colores para dibujar, hasta que todos, un día, fueron llevados a Auschwitz y asesinados por la única culpa de haber nacido (eran demasiado jóvenes para tener otros defectos). Entre esos niños había una niña, cuyo nombre no recuerdo, que dibujó una mariposa amarilla volando sobre el alambre de espino.
Entonces yo no tenía lápices de colores y quizás no tenía, no tengo, la maravillosa fantasía de la niña de Terezyn. Pero espero que la mariposa amarilla siempre vuele sobre los alambres de espino. Este es el mensaje muy simple, como abuela, que me gustaría dejarles a mis nietos y a todos mis futuros nietos ideales: que ellos sean capaces de tomar la decisión y con su responsabilidad y conciencia sean siempre esa mariposa amarilla que vuela sobre el alambre de espino.”
Discurso pronunciado en el Parlamento Europeo con motivo del 75 aniversario de la liberación del campo de Auschwitz